jueves, 5 de julio de 2007

Con la plata de “El Guavio” se comprará El Guavio. Un caso de interés nacional.

El término “El Guavio” es sinónimo de latrocinio. Se refiere a uno de los más grandes casos de corrupción de la historia. En su momento, se habló de sobrecostos por 2.053 millones de dólares en la construcción de la hidroeléctrica con dicho nombre, contratada por la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá (EEEB). Los beneficiarios de la distribución de esa enorme suma fueron los consorcios contratistas, el ítalo-español, Vianini – Entrecanales y el francés, Tavora y Campenon Bernard-Spie Batignolles, que se hicieron a cuantiosas sumas como resultado de las compensaciones por la demora “deliberada” en la compra de los predios donde se debería edificar y operar el proyecto; y algunos gerentes, entre ellos, Fabio Puyo Vasco, como protagonista del caso, a quien se le comprobaron $692,5 millones de aumento patrimonial injustificado y que no ha sido extraditado a Colombia por connivencia con la autoridad hispana.

Los perjuicios fueron enormes. La demora en la entrada en funcionamiento de El Guavio agravó los males padecidos por “el apagón” de 1992, su exorbitante financiación coadyuvó a que la deuda del sector eléctrico fuera casi la tercera parte de la deuda pública del país y, lo peor, que, por la carga monetaria que significó para la EEEB, se justificó su escisión y la venta a las firmas privadas ENDESA, de España, y Chilenger, de Chile, que solamente adquirieron el 38% de EMGESA, de generación, y CODENSA, de distribución y comercialización, pero que, merced a lo definido por el Acuerdo 1 del Concejo de Bogotá del 23 de diciembre de 1996, se hicieron al control y a la administración empresarial.

En el transcurso de estos años se ha dado un proceso permanente de descapitalización de las empresas de energía de Bogotá, lo cual, adicional al reparto de dividendos, les ha permitido a los privados ir recuperando lo invertido. Jaime Castro ha denunciado en reiteradas oportunidades ese inicuo procedimiento que conspira contra los ciudadanos ya que las inversiones para el sostenimiento y expansión del sistema, como los cables subterráneos de media tensión, no salen de las arcas empresariales como debería ser, sino mediante aumentos tarifarios que para tal efecto han sido autorizados por la CREG (Comisión Reguladora de Energía y Gas). En 1999 se realizó la primera descapitalización de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) por un monto de un billón ciento ochenta y nueve mil doscientos cuarenta y ocho millones ($1.189.248.). Posteriormente en 2001 y 2002 se hizo otra reducción de cerca de un billón de pesos( ya los inversionistas habían recibido el equivalente al 33% por ciento de la inversión realizada, habían pagado, 2.177 millones dólares y les habían devuelto 700 de la misma moneda) y en enero de 2005 , la aprobación emitida por el Gobierno involucró un monto de 1,4 billones de pesos. En dólares corrientes se estima en 950 millones lo recuperado por vía de reducción de capital en diez años y casi todo para la española ENDESA que compró la participación a la parte chilena.

Desde 2005 se empezó a hablar en España de la venta de ENDESA. Se conoció de una Oferta por Acciones (OPA) de la firma Gas Natural. No obstante, en 2006 la presión la puso la alemana EON y a esa oferta le salió al paso otra OPA, de la italiana ENEL en asocio con el grupo español ACCIONA, cuyo dueño por amplia mayoría es ENTRECANALES de España; el mismo de “El Guavio”. De concretarse esa operación que ya tiene el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España, la familia Entrecanales quedará con más del 25% de ENDESA y, en ese negocio donde la res va con el atado como en las ferias de ganado, CODENSA y EMGESA quedarán bajo este mando. Con la plata de “el Guavio” se comprará el Guavio.

La OPA de ENDESA ha causado gran controversia en España, hasta la salida de un prominente miembro de la CNMV quien calificó como espuria esa oferta. Después del 27 de mayo de 2007, el Partido Popular proyecta un debate público sobre el asunto ya que se acusa en este caso de favoritismo al gobierno de Rodríguez Zapatero, es sabido que la familia Entrecanales se ha convertido en uno de los favoritos para la contratación pública en el mandato del PSOE. Lo acaecido con la EEEB es buena muestra de lo que es de verdad la inversión extranjera, una especie de filibusterismo contemporáneo, llena de chalaneos y especulación. Sólo resta que, después de todo, Fabio Puyo sea repatriado no como prófugo sino como gerente de los intereses de sus perennes protectores. Todo puede pasar.